A los pocos minutos recibí una llamada de mi chico, lo primero que me dijo "no hagas planes para mañana" huy... pensé, por motivos de trabajo nos teníamos que levantar pronto, desplazarnos a unos 100 km y estar allí toda la mañana. En cuanto colgué se apoderó de mi el mal humor y el pesimismo. Yo ya tenía mis planes y eran perfectos, alguien había decido que no los disfrutara y eso no me gustaba. Normalmente suelo ser una persona positiva, pero los cambios de planes a última hora me trastocan un poco, lo tengo que reconocer.
Al día siguiente nos levantamos temprano (bueno, lo que para un sábado es temprano, tampoco íbamos a comenzar el día mal), me hice acopio de toda mi ropa de abrigo, esa que aun no había ni desempolvado del invierno anterior. Nos habían dicho que donde íbamos estaba lloviendo, hacía ventisca y varios grados menos de temperatura... a si que cogí el abrigo, la bufanda, los guantes, el gorro... como si me fuese al Polo Norte a visitar a Rudolf, vamos.
Como mi chico decidió que había que comenzar con algo de energía positiva, decidió que desayunásemos en condiciones, un té con una tostado de tomate y jamón serrano al horno... tengo que decir que algo mejor si comenzó, y así nos montamos en el coche.
Los primeros kilómetros se pasaron y yo seguía pensando en lo que podía estar haciendo si no tuviésemos que ir allí. Al cabo de unos kilómetros más, me percaté de que el paisaje a mi lado se estaba volviendo blanco, cada vez mas blanco, hasta que llegó un momento en que todo era blanco. Los arboles, los caminos, las tierras, las montañas a lo lejos, los tejados de las casas. todo se había cubierto de blanco... era nieve! y era preciosa.
Aquí donde vivo tenemos frío para prestar a quién quiera, pero rara vez nieva y menos como para cubrir todos los jardines, calles o tejados.
En ese instante me di cuenta de lo tonta que había sido, el destino me estaba premiando no castigando, solo tenía que saberlo ver. Dicen que hay muchas realidades, depende de los ojos que la miran, y es cierto, una misma experiencia para alguien puede ser regalo y para otro una desdicha. Me quedo con el regalo.
Buscando por los pueblecitos un bar donde tomar algo caliente, descubrimos un antiguo palomar transformado hoy en Iglesia del pueblo, nos pareció tan original y sorprendente la idea que decidimos para y hacernos unas fotos allí.
Al final el día... perfecto!
Para acompañar, la banda sonora sonora de hoy es "Royals" de Lorde, una preciosa canción con una voz especial.
" Lo pedí todo a fin de poder disfrutar de la vida, y se me dio la vida de manera que pudiese disfrutar todo"
-Anónimo-
Disfrutad cada momento.
Hay que disfrutar de todo cuando sea y donde sea........
ResponderEliminarPD: esos enanitos son siniestros..........
Lo mismo pense yo.... Son de película de terror! Por eso les fotografíe.
ResponderEliminarPrecioso el sitio y las fotos, hasta la de los enanitos... Me ha encantado esta frase: Aquí donde vivo tenemos frío para prestar a quién quiera, pero rara vez nieva y menos como para cubrir todos los jardines, calles o tejados
ResponderEliminar¡Que buena sorpresa! Es lindo cuando pensás que todo va a salir mal y luego la vida te premia con estas cosas :) Me encantó la frase que pusiste al final, muy linda. Espero que andes muy bien, te invitamos a pasar por nuestro blog. Saludos!
ResponderEliminargracias Albertina. La visa siempre te sorprende, es cierto.
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Que suerte!!!! Lo habréis pasado de miedo! Como me gusta la nieve.
ResponderEliminarlo cierto es que si, además, cuando menos te lo esperas es cuando mas disfrutas.
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