Hace unos días se celebró el día de los enamorados. Mi chico siempre ha tenido un especial recelo a este día, supongo que por hecho de tener que ser romántico o demostrar amor por obligación con detalles, regalos o mensajes en un día concreto.
Antes no había día de nada y ahora tenemos día para todo. Elegir un día al año para una causa tiene su lógica y su misión, sobre todo cuando es una causa por la que se está luchando y que tiene que darse a difundir o intenta concienciar a la gente. Pero hay otros días que se han convertido en puro marketing y consumismo... aunque al final todos caemos en mayor o menos medida... es lo que tiene pertenecer a una sociedad.
Hace unos días, haciendo limpieza en el zapatero, me encontré con un cepillo para los zapatos, estaba intacto, sin estrenar y me sorprendió. cuando lo di la vuelta supe por qué, estaba decorado con unas florecitas pintadas a mano, cada una de un color y con una hilera verde que simulaba el verde del prado...o eso es lo que yo intentaba que pareciese. Era el regalo que yo hice un día de la madre en mis tiempos de primaria, ya ha llovido si, pero sigo conservándolo. Os preguntaréis por que no lo conserva mi madre, pero hay que que tener en cuenta que con 5 hijos de edades similares, cada día de la madre, la obsequiamos con 5 "especiales" regalos hechos a mano, que podían ser desde una flor hecha con papel, un cuadro de hilos y puntas (¿os acordáis?), una crucifijo hecho con pinzas de la ropa, un cuadro de tela, un cenicero de barro (nunca ha fumado)... y un sin fin de reliquias, que con la distancia del tiempo tengo que reconocer, que o mi madre era muy buen actriz o el amor que nos tiene es tan grande que puede soportar todos estos obsequios con la expresión de recibir lo mejor del mundo. Y esto durante años... lo dicho, mucho amor.
Se que este don es algo común a la mayoría de las madres, un don natural que no tiene precio, la verdad.
Dentro de poco llega de nuevo el día del padre... qué bueno sería retomar esa ilusión de lo niños por hacer "algo especial" a alguien que quieres y demostrárselo con ese algo que solo tiene valor para él y para ti, pero que se convierte en unos momentos en lo mejor del mundo.
Como ya he dicho antes, todos caemos. Hace unos días, buscando una excusa tan buena como otra, decidí invitar a cenar a mi chico coincidiendo con nuestro 10º mesario (hace 10 meses que dimos el sí quiero). Elegí un pequeño café-restaurante que me había recomendado una buena amiga. Es un lugar acogedor, donde mas bien te sientes en familia, con una comida casera pero planos muy elaborados, y con unas vistas inigualables en esta ciudad... la fachada del Colegio de San Gregorio (el Museo Nacional de Escultura). Este pequeño rinconcito se llama "Coco Café" y tras la cena, allí nos quedamos charlando con el dueño sobre las variedades del queso y sus sabores como buenos apasionados que son.
la ocasión especial siempre la podemos crear nosotros, ni el día, ni los regalos, ni el lugar.. solo nosotros tenemos ese poder. ¿Creamos ahora mismo una ocasión especial?, por qué no.
Para la ocasión zapatos y falta de Kling que fueron un regalo... me gusta su estilo años 50.
Estas son las vistas desde el Coco Café
.
Hoy de banda sonora, un vídeo clip muy cinematográfico que recuerda al cine indie americano de los años 70. Grabado en Los Ángeles y como pequeño homenaje a David Lynch, lo ultimo de Russian Red "Casper" del album "Agente Cooper"...¿Os acordáis de Twin Peaks?
"Cada ser humano tiene, dentro de si, algo mucho más importante que él mismo: su don"
Paulo Coelho
Disfrutad de vuestro don y compartirlo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Danos tu opinión, sugerencia o idea... te responderemos